En enero, al menos 60 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente por las fuerzas armadas. Amnistía Internacional consideró presos de conciencia a al menos cinco personas condenadas a penas de prisión. Había otros presos políticos que podían ser considerados presos de conciencia. Se recibieron informes de torturas y malos tratos. Al menos ocho personas «desaparecieron».